Lo mejor de la crisis
El juez Emilio Calatayud dice en Burgos que lo poco bueno que ha traído la situación económica es que los chavales han vuelto a estudiar y que los padres ejercen más control
Emilio Calatayud contempla una fotografía realizada por jóvenes especialistas en servicios sociales
Angélica González / Burgos
Al contrario de lo que podría suponerse, la crisis que tiene atenazado a este país desde hace cuatro años no ha supuesto un incremento de chavales infractores sino todo lo contrario. Dice el juez de menores Emilio Calatayud, famoso por las sentencias educativas que pone a los jóvenes que han cometido alguna falta o delito, que ahora, debido a la situación económica, los críos han vuelto a estudiar, y como los padres están más tiempo en casa por culpa del paro «y ejercen más control sobre sus hijos» han bajado los hechos delictivos.
«Creo que es el único efecto beneficioso de la crisis, al igual que la circunstancia de que al haber menos abundancia se están poniendo límites, diciendo que no a los hijos y recuperando cierta austeridad que se había perdido», precisó antes de dar la conferencia inaugural de las Jornadas ‘Infancia y Adolescencia en Riesgo’ organizadas por Cajacírculo, en la que fue presentado por la titular del juzgado de menores de Burgos, Blanca Subiñas.
No obstante esta mejor situación, le preocupa el crecimiento del maltrato de los hijos hacia sus padres -«esto está disparatado, ya lo dije hace años y ahora ya lo dice el Consejo»- y el de los delitos contra la intimidad y el honor que se cometen utilizando teléfonos móviles e internet. En estos casos, como en todos, el juez Calatayud aplica sentencias vinculadas al hecho cometido y ayer recordó en Burgos que un grupo de menores que apaleó a un mendigo y grabó la ‘hazaña’ para colgarla en la red se pasó una buena temporada sirviendo en un comedor para indigentes.
El magistrado explicó que las sentencias que dicta suelen ser largas «porque normalmente lo que ocurre es un problema de madurez, no son delincuentes, y de esta manera como tienen que tardar tiempo en ejecutarla van madurando. Estamos obteniendo buenos resultados».
En cuanto a las agresiones de hijos a padres -«yo he visto piernas rotas y bocas partidas de madres y padres»- dijo que es un síntoma «de que todos lo estamos haciendo mal: las familias, la escuela y la sociedad».
Por otro lado, se mostró preocupado por el gran aumento de la violencia de género en la adolescencia hasta el punto de que ya se están dictando órdenes de alejamiento entre parejas de novios de 15 ó 16 años: «Existen un sentimiento de posesión y una agresividad tremendas. Está claro que nos hemos equivocado. Un 5% de las medidas cautelares que adoptamos ya son de alejamiento». Frente a esto, propone «educar en condiciones».
Sobre los programas pedagógicos que se emiten en Cuatro como El campamento o Supernanny, el juez Calatayud manifestó que «aunque a alguno le puede venir bien» son, sobre todo, productos televisivos «y como tal hay que tomarlos».
Las jornadas continúan esta mañana con ponencias sobre diferentes asuntos como las aulas alternativas, el acogimiento con familias ajenas o los programas de atención a la infancia en riesgo.
«Creo que es el único efecto beneficioso de la crisis, al igual que la circunstancia de que al haber menos abundancia se están poniendo límites, diciendo que no a los hijos y recuperando cierta austeridad que se había perdido», precisó antes de dar la conferencia inaugural de las Jornadas ‘Infancia y Adolescencia en Riesgo’ organizadas por Cajacírculo, en la que fue presentado por la titular del juzgado de menores de Burgos, Blanca Subiñas.
No obstante esta mejor situación, le preocupa el crecimiento del maltrato de los hijos hacia sus padres -«esto está disparatado, ya lo dije hace años y ahora ya lo dice el Consejo»- y el de los delitos contra la intimidad y el honor que se cometen utilizando teléfonos móviles e internet. En estos casos, como en todos, el juez Calatayud aplica sentencias vinculadas al hecho cometido y ayer recordó en Burgos que un grupo de menores que apaleó a un mendigo y grabó la ‘hazaña’ para colgarla en la red se pasó una buena temporada sirviendo en un comedor para indigentes.
El magistrado explicó que las sentencias que dicta suelen ser largas «porque normalmente lo que ocurre es un problema de madurez, no son delincuentes, y de esta manera como tienen que tardar tiempo en ejecutarla van madurando. Estamos obteniendo buenos resultados».
En cuanto a las agresiones de hijos a padres -«yo he visto piernas rotas y bocas partidas de madres y padres»- dijo que es un síntoma «de que todos lo estamos haciendo mal: las familias, la escuela y la sociedad».
Por otro lado, se mostró preocupado por el gran aumento de la violencia de género en la adolescencia hasta el punto de que ya se están dictando órdenes de alejamiento entre parejas de novios de 15 ó 16 años: «Existen un sentimiento de posesión y una agresividad tremendas. Está claro que nos hemos equivocado. Un 5% de las medidas cautelares que adoptamos ya son de alejamiento». Frente a esto, propone «educar en condiciones».
Sobre los programas pedagógicos que se emiten en Cuatro como El campamento o Supernanny, el juez Calatayud manifestó que «aunque a alguno le puede venir bien» son, sobre todo, productos televisivos «y como tal hay que tomarlos».
Las jornadas continúan esta mañana con ponencias sobre diferentes asuntos como las aulas alternativas, el acogimiento con familias ajenas o los programas de atención a la infancia en riesgo.
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